DESCRIPCION

Con el Blog del Centro de Interculturalidad Indígena ubicado en Cuetzalan del Progreso, Pue. Se ha recopilado información como parte del estudio e investigación de la Tesis Profesional en la Licenciatura de Arquitectura del Instituto de Estudios Superiores en Arquitectura y Diseño A.C

viernes, 7 de febrero de 2014

AL CUETZALAN DE MI ABUELO



Hoy bebí de tu esencia.
Hasta la oscura soledad de mi habitación, la melancolía;
dulce dama, emisaria del pasado… llegó a buscarme.
Traía colgado al cuello un collar rebosante de nítidos recuerdos,
imágenes perfectas del Cuetzalan distante que cobijó en su entraña
los más felices días de mi lejana infancia.
Me arrancó de la cama y con un leve soplo;
me impregnó de las ganas de hurgar en el pasado.
Cerré los ojos. Me puse en pie. Sigiloso,volé entre la penumbra hacia el viejo desván de lo intangible.

Hallé un ropero viejo, tomé un gancho de ausencia y…dejé mi cuerpo en él.
Presuroso, vacié los bolsillos de mi cansado corazón.
En silencio desnudé mi alma. Coloqué con cuidado mis mejores afectos sobre 
el inquebrantable buró de los ensueños. No quería despertarlos…Salí. Me adentré en densa niebla que en forma de recuerdo se posara a mi lado y a lomos de su aroma dejé que se elevara impregnándome todo… de esencias del pasado, de las danzas, los templos, los cafetos en flor, las calles soñolientas del Cuetzalan dorado, del Cuetzalan bohemio, del Cuetzalan risueño, del Cuetzalan antiguo de los años primeros,
del Cuetzalan dormido… tendido entre la niebla, del Cuetzalan de noches de teatro… de bohemia,
de valses de Alvarado, de sueños, de ilusión.

Y acaricié silente los rojizos tejados,
palpé de los aleros el musgo, la humedad,
y gocé aquellas casas de balcones alegres
que en brillantes colores parecían estallar.

Igual que lo hace el agua en las tardes de lluvia,
me hermané con las piedras…¡ sentí su soledad!
Me contaron historias y afloraron recuerdos,
fantasmas de otros tiempos, leyendas sin igual.

Pude escuchar los ecos vibrantes de los cascos
con sangre del arriero, semillas de progreso
de aquellas grandes recuas que supieron plantar,
que hicieron a los pueblos serranos prosperar.

Me fundí con el ocre barro del que provengo,
y viajé en ogpanates, saltando, recorriendo,
tus patios, tus jardines, tu calle principal,
aspirando el aroma de las fondas risueñas,
de las suaves fragancias que segrega la leña
en los hornos humeantes que acarician el pan.

Me embriagué de recuerdos, de juegos de mi infancia
con mis amigos idos Juan Carlos y David,
y siguiendo añoranzas, a lomos de la niebla
de un sorbo de Yolixpan a otro mundo ascendí.

Cuetzalan Mágico San Francisco
Del majestuoso templo del patrón San Francisco
llegó hasta mis oídos -vibrantes de emoción-
el canto acompasado de las notas tempranas
de las dulces campanas de su torre mayor.

Imponentes tus templos se yerguen, inmutables,
celosos centinelas de preciado joyel,
que prendido a la falda de la agreste montaña
al cielo de esta sierra parece sonreír.

Mirando hacia el oriente, como esperando el alba,
se eleva entre las tumbas santuario sin igual,
con el toque maestro de ignorado arquitecto
que absorto en tu belleza lo hiciera coronar
con rojos cantaritos del barro de esta tierra,
esféricas vasijas, diadema singular,
que resguardan las almas de los que allí reposan
al cobijo amoroso de ese templo sin par.

Y así, poquito a poco, aquella dulce dama
me fue alejando suave del aroma a recuerdo,
y cual música suave de una canción de cuna,
las flautas, los tambores, los valses, los pregones
se fueron apagando perdiéndose en la bruma.

Me fui quedando solo, y un llanto, luz de luna
de las noches de octubre rodó por mis mejillas
pues tan solo un instante duro mi ensoñación.

Ignoro a donde vaya cuando deje este cuerpo,
no se si desde el éter pueda volver aquí,
tal vez por eso ansío de manera profunda
consagrar cada instante de mi vida hacia ti
y llevarme bien dentro…¡Cuetzalan de mi abuelo!
grabado en mis sentidos, fijo en mi corazón
el canto más alegre de las bellas campanas
de tus benditos templos, de tu viejo reloj.

Y cuando al fin mi cuerpo cansado de este viaje
entreguen a tu entraña mis hijos, mi mujer,
quiero que con sus flautas y mágicos tambores
mis hermanos de raza junto a mi tumba estén
y evocando el pasado me regalen las notas
del sentir más profundo, del más vibrante Son,
que anuncie emocionado que a tu seno materno
el supremo arquitecto mis restos concedió

Para ser hierba verde que engalane tu suelo,
para ser brisa fresca que te haga florecer,
para ser dulce trino que aunque solo un instante…

¡Alegre con sus notas un bello amanecer!



PROFR. F. J. GONZÁLEZ GALICIA



martes, 4 de febrero de 2014

FERIA DEL HUIPIL Y FERIA DEL CAFÉ

La Feria Nacional de Café se celebra desde el año de 1949 y se instituyó por la importancia de este cultivo  en la economía de Cuetzalan.

Mientras que,  la Feria Nacional del Huipil  (prenda femenina de la vestimenta tradicional de la región) se conmemora desde 1962, y su fin es el de rescatar las costumbres y raíces, alimentando con esto la conservación y la pureza de la mujer indígena.

Se programan varias actividades, entre ellas:

  • La elección de la Reina de la Feria
  • Danza tradicional de Los Voladores en el atrio de la iglesia
  • Venta de café cosechado en Cuetzalan.



Desde hace 49 años, el pueblo mágico de Cuetzalan, un municipio enclavado en la sierra nororiental con una gran riqueza cultural de las etnias náhuatl y totonaca, efectúa la elección y la coronación de la reina del Huipil, cuya indumentaria es realizada con las propias manos de las mujeres indígenas y representa su identidad.

La tradicional feria de Cuetzalan, tiene dos reinas, una es la reina del Café y la otra, la reina del Huipil, el último acontecimiento es toda una fiesta y para las doncellas participantes, más allá de la vanidad, es un verdadero honor representar a su gente.

Cada 4 de octubre se elige y se corona a la reina del huipil y para ello, las once doncellas, ocho de las juntas auxiliares y tres comunidades que hay en Cuetzalan, llegaron con pun-tualidad a las siete de la mañana, vestidas con los trajes tradicionales y cuya vestimenta se debe de respetar al 100 por ciento, pues si se le agrega un accesorio ajeno, enton-ces se altera este requisito de la convocatoria.

Pero además, el Consejo de los Ancianos también formado por once hombres, cada uno originario de las juntas auxiliares y comunidades, se dieron cita muy temprano, a la explana del templo en honor a San Francisco de Así para escuchar los temas que primero en náhuatl y después en español expondrían las doncellas para defender sus locali-dades y así ganar el honor de ser reinas. 

Entre los aspectos que califican a las doncellas son que cuenten con rasgos autóctonos, que sepan náhuatl y español, que tengan una edad entre 15 a 20 años y que sepan tejer el huipil en telar de cintura de origen pre-hispánico -una prenda que es considerada sagrada-, po-seer belleza y pureza y portar un listón de diferente color.

El Consejo de los Ancianos, escucharon a cada una de las doncellas desarrollar un tema acerca de sus comunidades, de la historia y leyendas y de las cualidades que poseen para ser dignas portadoras del huipil.

Después, ahí en el centro del atrio, se reunieron y formaron un círculo cerrado para que nadie de los asistentes pudiera ver, el conteo de los listones para saber quién es la reina. Una vez hecho esto, el tatiaxca, subió al templete en donde están todas las doncellas y sacudió su cotón para que como una especie de serpentina, saliera listones rojos, para anunciar  la elegida.

El tatiaxca, saluda a la reina electa y después a las otras 10 doncellas. Después toca el turno al presidente municipal y a la delegada de la Comisión para los Pueblos Indígenas, entregar la indumentaria que portará para la coronación.








CLIMA



¿COMO LLEGAR?


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En Autobús

Salidas desde CAPU por autobuses LÍNEA VIA.
Costo Por Federal: $154.00 mxn      Tiempo de viaje: 4:30 hrs aprox.
Costo por Pista:      $161.00 mxn     Tiempo de viaje: 3:30 aprox.
Horarios
Por Federal
Por Pista
6:20 hrs
X
7:30 hrs (Solo Sábado)
X
8:30 hrs (Solo Sábado)
X
10:30 hrs
X
11:40 hrs
X
12:40 hrs
X
13:40 hrs
X
14:35 hrs (Solo Sábado)
X
15:30 hrs
X
16:25 hrs (Solo Sábado)
X
16:44 hrs (Solo Sábado)
X
17:40 hrs
X
18:40 hrs
X
19:20 hrs
X

CUETZALAN DEL PROGRESO, PUEBLA

La zona de Cuetzalan estuvo en un pasado poblada por aves de maravillosos colores, llamadas “quetzales” y ese es precisamente uno de los orígenes del nombre de esta población: “lugar abundante de quetzales”, cuyas plumas eran entregadas al pueblo azteca como tributo desde los tiempos del emperador Axayácatl, en 1475.

LOS CALLEJONES DE CUETZALAN



Los callejones de mi pueblo son mágicos.
En ellos se cobijan mil duendes lujuriosos agazapados entre los huecos húmedos de las piedras dormidas, asechando a los enamorados que inevitablemente caen bajo su embrujo.

Me buscan,
me llaman,
salen a mi encuentro a la vuelta de cualquier suspiro,
al conjuro de cualquier recuerdo.

Los camino lento, sin prisa,
aspirando su belleza,
palpando sus paredes.

Penetra por mis dedos la humedad de su hechizo…
¡Me atrapan!
Si observas con detenimiento, puedes encontrar en ellos pedazos de dolientes promesas quebrantadas,
amargas gotas de gimientes despedidas,
dulces aromas de azahar,
risas y abrazos de reencuentros promisorios,
desfallecientes besos,
caricias voluptuosas… lágrimas.

Sus pórticos vetustos me cuentan las historias de amorosos fantasmas nocturnos
que se funden en candentes abrazos bajo tibias cascadas de luna que se escurren silentes desde los ocres tejados,
desde los corroídos balcones…
desde la frondosa bugambilia cómplice,
que al ritmo del viento, indolente se mece
acariciándolos,
envolviéndolos… ocultándolos.

Los callejones de mi pueblo son mágicos,
lo mismo bajo el místico abrazo de una luna hechicera que bajo el pálido sol de las claras mañanas o inmersos en el húmedo frío de la nívea dama del alba.

Todos guardan misterios.
Allí los corazones de los seres sensibles sucumben al encanto de sus duendes etéreos,
Pintores o poetas, bisoños soñadores… amantes,
¡Todos se entregan a su embrujo!

Amo los callejones de mi pueblo
Me buscan,
Me llaman… ¡me atrapan!

Autor: Jesús Gonzalez Galicia